JUEGAN A HACERSE DAÑO
Tanto que lo cantara.
Se habían convertido
en una rata sola
que chillaba y roía
para no terminar.
Qué hiel bebida a sorbos.
Que orín a cada muslo.
Los descuajeringados
bordoneaban injurias
para no terminar.
A lo lejos, y siempre
malquistos, como impune
barbecho, dos matones
y una canción acezan.
Para no terminar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario