jueves, 31 de octubre de 2019

PARQUE AUTOMOTOR


Ya la Ciudad se puso
en marcha. La sentís
a través de la sucia
ventana. De la calle
te llegan los rumores
de motores y ruedas
combinados: repasan,
neuróticos, los pocos
metros de enfrente a tu
casa con poderío
y se alejan. Van de este
a oeste, inagotables.
Esto no conocieron
nunca antes los humanos.
Esto los perderá.

lunes, 28 de octubre de 2019

POEMA QUE NO PODRÁS LEER


¿Y qué querrá el lector 
que le cuente esta vuelta? 
Lector ansioso, exige 
novedades, noticias. 
Pero el alma está pobre, 
sin palabras. Contar, 
contaría que solo 
me despierto y preparo 
el primer mate y solo 
me duermo: sin lector 
--sin lectora--, contrito. 

viernes, 25 de octubre de 2019

¿Y POR QUÉ SER IRÓNICO?


Ahora que te fuiste 
ya no pueden los libros 
seducirme: los tomo, 
les miro algunas páginas, 
los abandono. El tiempo 
ya no se desenvuelve 
consumiéndome: humo 
son los días, y no 
los doy al sol. Ahora 
que te fuiste me roe 
la angustia, pero débil- 
mente: como aturdida. 

jueves, 24 de octubre de 2019

CONTINUIDAD DE LAS TÉCNICAS


Simulacro de fuga 
ayer nomás: que corra, 
le gritamos, que intente 
escapar. Disparamos 
como en ritual de caza. 
Viejo ritual, es cierto: 
el mocosito tiembla 
y vacila, después 
se aventura en lo oscuro 
a todo lo que dan 
sus piernas. Como entonces 
disparás al pichón 
y luego das el parte 
en la Comisaría 
o donde fuere. Somos 
el fusil tan temido. 

martes, 22 de octubre de 2019

UN MECANISMO TÍPICO DE LA POESÍA AMOROSA


¿Ya estarás en tu cama? 
¿Habrás jugado un poco 
al ajedrez? ¿Ya viste 
las noticias de siempre 
en la tele? No se oyen 
tus respuestas, no hay forma, 
si no es imaginando, 
de saber qué dirías 
si estuvieras aquí, 
conmigo. (Este poema 
te haría otras preguntas 
si estuvieras aquí; 
este poema ingenuo, 
este poema núbil.) 

PINCHE POETA


Sí: yo tengo la fuerza 
de las palabras, digo 
las cosas por los dos, 
cierro la historia. Cómo, 
por otra parte, hacerme 
cómplice con el público: 
sólo vos conocés 
mi impotencia y la torpe 
iracundia que nunca 
domé del todo. (Cuántas 
palabras que son versos 
que son sólo mentiras 
que sólo quieren algo 
que no sé formular...) 

lunes, 21 de octubre de 2019

DE UN DÍA AL OTRO


No viniste a buscar 
el resto de tus cosas 
ni me llamaste. Nada. 
Te veo aparecer 
en Facebook a lo largo 
del día, pero ni 
vos ni yo nos decimos 
nada en alfanumérico. 
Pasa el lunes. No se oyen 
ni el eco de tu voz 
ni el eco de los días 
en que fuimos felices. 
Limbo de la mesura. 

domingo, 20 de octubre de 2019

LA FABI NOS LO DIJO


Quizás estés llorando. 
Quizá mires la tele 
o chequees el Facebook. 
Pero ¡qué importa ahora 
saber de vos! La luna 
no tiene ningún rostro 
y no es que el cielo llore 
con la telenovela 
que nos mandamos. (Bah: 
habrás llegado bien; 
te habrán dicho: "¡Por fin!"; 
queda escribir de vos; 
queda acallar tu luz.) 

sábado, 19 de octubre de 2019

LA MONTAÑA, DISTANTE


Por la ventana se oyen 
las voces que la tele 
dice que son noticias. 

A través de la puerta 
cerrada se te escucha 
charlar por celular. 

Y siempre, como a cada 
mediodía, los autos 
gritan desde la calle. 

(Las Ciudades de azufre 
se imponen al silencio 
y a lo que el alma dice.) 

domingo, 13 de octubre de 2019

EL VIGÍA


La calle. Pasan chicos. 
Madrugada. Vendrán 
de algún baile (no es viernes, 
no es de La Mona). Gritan 
de a ratos, como haciendo 
huecos en la penumbra. 
No habrá nadie, mañana, 
a quien contárselo. 

jueves, 10 de octubre de 2019

ANCLA


Insisto: esa pared 
está hablando conmigo. 
Descascarada y seca 
como un silencio pleno 
de infortunios, se yergue 
inmóvil entre sombras. 
La Babía, lugar 
que, cordero, respira. 
La Babía: esta noche 
son más ciertos sus modos. 

miércoles, 9 de octubre de 2019

ÀRTEMIS


Una sombra recorre 
la pared percudida 
por los soles y lluvias, 
por la intemperie. ¿Cuándo 
fueron fijados esos 
ladrillos? Caerá 
la pared finalmente, 
y habré caído yo, 
y la sombra, cercana 
como la noche virgen, 
habrá impuesto su sino, 
inapelable numen. 

martes, 8 de octubre de 2019

TENÍA QUE DECIRSE


Cuando Avelina Lésper 
entra a degüello, nadie 
se salva. ¿Nadie? Sólo 
los cultores del Arte 
chapados a la antigua. 
Y me gusta: no salen 
indemnes de su furia 
la boba performance, 
la instalación, el timo 
del video. Reparten 
catálogos pomposos 
que hacen pasar el fraude 
por liebre. Mucho ruido, 
pocas nueces. Hamparte. 

domingo, 6 de octubre de 2019

EL BIEN TRAE MAL


¿Entonces, soy un monstruo, 
alguien que no domina 
sus impulsos? Te pone 
triste tanta pelea, 
y el puente de juntarnos 
se rompe. Y aunque quiero 
la paz, eso no alcanza 
a la hora de frenar 
tanto choque sin sol 
que nos alumbre. Luto 
por la pareja, y fin... 
¡Y después se distienden 
los semblantes! No es fácil 
olvidarse, querer 
de nuevo el mundo simple 
de vos y yo. Se escurre 
tanto la plenitud... 

viernes, 4 de octubre de 2019

PSICOANÁLISIS SALVAJE


Te pica --y no esperabas 
ese ataque-- de pronto 
un colibrí. No hay nadie 
que no albergue violencia, 
e incluso los más mansos 
son, ciertamente, crueles. 
¿No fue tu sueño un mito 
que, oscuro, habló de vos; 
espejo de voz múltiple 
que no podías ver 
sino sólo en la noche? 

jueves, 3 de octubre de 2019

NO TENÍA SENTIDO


Recuerdo cuando, ardilla 
de la emoción, después 
de pasar un buen tiempo 
con el Kreutzer --ya había 
hecho trinos y escalas 
y golpes de arco--, abría 
finalmente la parte 
solista del concierto 
de Max Bruch. Y de nuevo: 
frase tras frase, cambios 
de posición y técnicas, 
exasperantes técnicas, 
sólo para al final 
tocar la pieza, sin 
piano de fondo, nada, 
la voz solista, el árido 
silencio en que la orquesta 
imaginariamente 
hacía el tutti. Luego, 
como si fuera poco, 
ponía el disco. Entonces 
la ardilla me tomaba 
por lo más perentorio 
del alma y consentía 
en hacerme sentir 
algo quizá sublime. 
Esclavo del deber, 
autómata pautado, 
limpiaba el instrumento 
del sudor y la grasa 
con la triste franela 
que luego lo cubría, 
en el estuche, junto 
a un pañuelo fetiche. 
Ardilla que la música 
viviera, nunca hubo 
vínculo en la tortura 
de ese estudio con vos. 
Ardilla que sabés 
por qué escribo, te guardo, 
como al amor, en un 
cajón de mi alma sorda. 

martes, 1 de octubre de 2019

FRUTO


Cae una mandarina 
del árbol. Es un golpe 
sordo y grave, renuente, 
contra la firme tierra. 
Así también mi cuerpo 
caerá, de improviso, 
cuando muerda el final.